Un espacio creado a base de misturas que conviven en armonía

Un espacio creado a base de misturas que conviven en armonía

miércoles, 30 de mayo de 2012

Mejor así

Tranquila. Delante de un cielo bonito. La brisa cosquillea mis neuronas, y lo veo todo con más claridad.
Me consuela, claro que me consuela. No elegimos el momento, pasa sin más. Pero hoy, ya lo sabes.
Hagamos las paces. Ahora intuyo, que cuando nos volvamos a encontrar, me alegraré mucho de verte.

martes, 8 de mayo de 2012

Mercadillos varios

La semana pasada, mientras repasaba en el trabajo el correo, me encontraba con la invitación a un Mercado Retro que se iba a llevar a cabo durante el sábado y el domingo en el ático de la estación de Chamartín.
Me llamó la atención. Simpatizo con mucha facilidad ante todo tipo de mercadillos, ferias etc... y si son de temática retro, ya me vuelvo loca perdida.

Se me viene a la cabeza cuando estuvimos en Berlín; viaje programado para 4 días, pero que se prorrogó porque una nube volcánica paralizó el espacio aéreo... (sí, nos tocó...), y nos tuvo allí unos cuantos más, que aprovechamos tan ricamente. Y a lo que voy es, que uno de esos días extras, el domingo concretemente, con un solazo de los buenos, nos fuimos al Mercadillo de Mahuerpark. Bufff... yo me puse hasta nerviosa.  Mis amigos a los 30 minutos, decidieron pasar de mi, y se fueron a beber unas Beck´s tirados en el cesped. Y mientras, yo me adentré en el mundo de los puestos cual hormiguita. No compré demasiado: una Polaroid y algo de bisutería, pero disfruté curioseandolo todo. 

Volviendo al principio... Este fin de semana, Miren y yo decidimos retroceder unos años atrás, y rodearnos durante una tarde de muebles sesenteros, bisutería, bolsos, gafas, ropa vintage y vinilos de los que te podrías quedar repasando un buen rato... y cómo no, instantaneando un poco :)  




Y así pasamos la tarde...

sábado, 5 de mayo de 2012

Retales

Mayo silba entre festivos y semanas raras.
Después de unos días muy agustito... Días, que hacen que vuelva a dudar dónde está mi sitio: grandes urbes que ofertan tantas cosas que te 
quedas a mitad de camino de muchas, o pequeños (a veces demasiado) lugares en lo que casi todo es más fácil.



Todavía no lo sé. Seguiré intentando averiguarlo. Y entre tanto me refugio en semanas intensas de trabajo, confesiones entre cañas y aceitunas, y paraguas que no dejen pasar la lluvia...