Venga ciao

Y nos encontramos otra vez en el mismo punto... otro año que se acaba...
Ojalá el siguiente venga con ganas. Cuando empezamos algo, siempre nos gusta pensar: "esta vez sí" refiriéndonos a multitud de cosas.  Pues no sé si esta vez sí o no. Lo que sé es que me apetece y espero: proyectos, mini metas, ilusiones... ¡cosas! Que pasen ¡¡muchas cosas!!... Y ahí estaremos, abrazándonos a lo bueno y capeando los temporales como podamos cuando se presenten, que seguro, se presentarán. Pero sobretodo, intentando vivir el momento, dejar de adelantarme o quedarme atrás. Porque cuando te quieres dar cuenta, tienes 33 años y no te has enterado. No te has enterado de que ya llevas 7 años viviendo en Madrid, que ahora prefieres tomarte los Gin Tonics después de comer y que ya está saludándote alguna que otra cana...
Pensar que hace nada, estaba con un ataque de nervios planificando las primeras salidas de Fin de Año. Buscando como las locas un modelito para la Gran Noche, cuyo plan era: irse a los vinos (concretamente a Soportal) a tomar unas Heineken. Admirar lo guapos que estaban los que nos gustaban, que de aquellas, alquilaban un smoking para despedir al año. Y como colofón, subirte a la discoteca de moda, La Bamba (¡¡qué bien me lo pasé yo en La Bamba!!), a mover el esqueleto... ¡¡Qué tiempos!!
Por aquel entonces me encantaba El último de la fila, y hay un disco que me trae muchísimos recuerdos, de antiguas amistades, amores...
Y de ese disco, Astronomía razonable, hay una canción que siempre me puso los pelos de punta, así que no quiero dejar de compartirla, por si a alguien le hace sentir lo mismo que a mí.

 

Tela, cinta, otra vez a empezar.
lápiz, tinta, y al paisaje a robar.
y al placer de reencontrar
el limbo de un tiempo que se nos va.
Libro, nube, ese es mi descanso.
árbol, fuente, cada vez que despierto.
ser durmiente. en la espuma de un antojo camuflarse.
para completa inocencia,
en las calderas del sueño divagar.
Que los días se van, río son.
ahora quiero sentir, caminar.
ahora quiero pintar, percibir
el color de esa flor que se marchitará.
Pinto, verdes parajes de belleza desolada,
vivo lo efímero y su valor.
bebo, apuro desperdicios de mi vida,
me recojo en la templanza de la tregua que me da
la anestesia del recuerdo.
Que los días se van, río son,
ahora quiero sentir, caminar,
ahora quiero pintar, percibir
el verano fugaz que ya se nos va.
Lápiz, tinta, y al placer de reencontrar.

Sé que la teoría es muy fácil, y dar consejos más, lo chungo es aplicárselos. Pero quizás esta vez como lo escribo, en los momentos que decaiga, podré leerlo y releerlo para que no se me olvide.

¡¡FELICES FIESTAS!!