Últimamente, rodeados de reformas laborales, jueces inhabilitados de por vida, Urdangarines, crisis, crisis y MÁS CRISIS... Y envueltos en un frío siberiano; te planteas demasiado todo, dudas sin parar, y te crees cada vez menos lo que te cuentan...
Pero mi intención no es meterme en estos jardines, por lo menos hoy. Prefiero cerrar un ratito los ojos y pensar en otras cosas, como por ejemplo; lo poco que queda para un nuevo Entroido, que como siempre, espero disfrutar en Ourense.
Unos días que son la excusa perfecta para reírnos de todo, principalmente de nosotros mismos y por supuesto, para abrir el baúl de los disfraces, y nadar entre telas, ropa vieja, pelucas, accesorios atemporales e imaginación.
Algo tienen estas fechas, porque siempre consiguen dar que mucho que hablar antes de, y después de la festividad.
Punto de partida; los preparativos, pasando por las diferentes ideas que aporta el personal, a cada cual más delirante. Y por supuesto, el resultado final; donde prima la ausencia total de sentido del ridículo y abundan las ganas de pasárselo bien.
Conocida es la tradición en toda la provincia. De hecho, varios pueblos como Xinzo da Limia, donde O Entroido está declarado Fiesta de Interés Turístico Nacional, se inician a finales de Enero, con diversas actividades que este año se alargan hasta el día 26 de Febrero.
Casi un mes, en el cual la gente se dedicará a festejar, día tras día hasta quedarse sin voz.
Nosotros, y en concreto "los exiliados", aprovecharemos al máximo el fin de semana, tratando de defender la temática, bailando por las calles de "Nuestros Vinos" a ritmo de charanga e intentado no pasar demasiado frío, para lo cual, nos aliaremos con los orujos que son un remedio infalible para sobrevivir a otro carnaval más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario